Teoría contra Experiencia ¿Qué necesitas?

Hay muchas maneras de dirigir una empresa, de tomar decisiones, de contar con el resto de tus compañeros a la hora de focalizar tus metas y las de tu negocio, pero lo cierto es que muchas de estas situaciones nunca aparecen en los libros de texto y solo nos encontramos ante ellas en la realidad más contundente. Es por eso que hoy queremos hablarte de “teoría contra experiencia”.

Pocos empresarios exitosos han dedicado su tiempo a escribir teorías sobre la inversión, sobre la correcta o incorrecta forma de tomar una elección concreta en un escenario realista. Lo cierto es que la gran mayoría de libros sobre negocios están escritos por personas que nunca han triunfado en este mundo tan competitivo, tan arrollador y lleno de sorpresas con las que nunca jamás habrías siquiera imaginado. Y he aquí donde cambia la historia. Esto no es una escuela más donde vas a encontrar todas las teorías para manejar equipos, materiales, cuentas de bancos y gestión de eventos inesperados y de equipos humanos. De hecho, las cosas nunca suelen ocurrir tal y como las has previsto, especialmente porque el mundo no deja de girar mientras todo interactúa constantemente sin un aparente control.

Idda es el lugar donde la experiencia marca las pautas, donde gente de verdad cuenta casos reales, experiencias personales que pueden ser contrastadas por otros e incluso puestas en duda por los mismos alumnos. No hay que engañar a nadie para comprender que la gente de acción se mueve mucho mejor en el tú a tú que sentado en un escritorio con una hoja en blanco delante para intentar exponer sus ideas.

Solo por poner un ejemplo: no todo se basa en las cuentas de resultados. Al contrario de lo que piensan muchos empresarios, una cuenta de resultados parcial no siempre implica que estemos en el camino correcto. A veces solo significa que nos hemos centrado exclusivamente en el dinero a corto plazo pero nos hemos olvidado de las personas que componen la estructura empresarial a largo plazo.

Todo depende las circunstancias.

Hay negocios en los que el cortoplacismo es esencial y otros en los que se convierte en algo realmente perjudicial. El equipo humano es prácticamente el núcleo y la base de todo negocio. Nada mejor que crear un buen ambiente de trabajo con una idea muy clara de lo que necesitamos para obtener buenos resultados a la larga. Si los empleados están a gusto y tienen empatía por la empresa acabarán entendiendo que lo que es bueno para la compañía es mejor aún para mantener su puesto de trabajo y mejorar su sueldo conforme la empresa aumente sus beneficios y su rendimiento.

De esto se trata en Idda, de enfocar la realidad más obvia para mejorar la productividad de nuestro negocio. Otro hecho incontestable es que las decisiones han de ser tomadas con sabiduría pero también de forma rápida y eficaz. La economía varía, la demanda se transmuta y nosotros tenemos que estar al tanto del mundo que nos rodea para ser más resueltos y diligentes que la competencia.

Quedarse quieto en medio del desierto no suele ser una buena decisión cuando sabemos que se nos han acabado el agua y los alimentos. Ir hacia adelante o volver al lugar de origen puede salvarnos de una muerte segura e incluso llevarnos a lugares nuevos donde encontraremos opciones diferentes y recursos distintos con los que poder trabajar. La base de todo es saber amoldarse ágilmente a las circunstancias más inesperadas, porque de eso se trata la supervivencia en la gran mayoría de los casos. El movimiento constante nos hace fuertes, el movimiento nos prepara ante los cambios permanentes, el movimiento prepara nuestros músculos para reaccionar frente a las adversidades. Y es así como funcionan también nuestro cerebro y nuestras reacciones respecto de la empresa que estamos dirigiendo.

La teoría no es baladí.

Hay que tener una base con la que empezar a funcionar.

Podemos estudiar cómo mover los pies para dar el primer paso, la posición de las piernas, el ángulo necesario que hay que darle a las rodillas, pero después hay que caminar de verdad y después habrá que empezar a correr e incluso tendrás que saltar.

Aquí centramos la conclusión de “teoría contra experiencia”. Todo esto se consigue practicando. Y, solo cuando hemos practicado mucho, nos damos cuenta de que hay que seguir practicando y ejercitando los sentidos persistentemente para no quedarnos dormidos en el proceso.