Cuando el cambio es cosa de todos… ¿una cuestión de liderazgo?
Por Lola Jiménez.
Profesora en el MEDE, MADH y MYO.
A menudo, en las organizaciones, nos encontramos con personas de todos los niveles organizativos que honestamente dicen estar comprometidas con la transformación, pero que siguen cayendo en los hábitos de comportamiento que impiden el cambio.
Lo más llamativo quizá sea ver cómo esas personas caen en esos patrones y hábitos de comportamiento sin ser conscientes de ellos.
Existen directivos que están comprometidos con dar más autonomía, delegación … y de forma inconsciente continúan controlando, y haciéndose cargo de las cosas, y preocupándose por detalles en los que no deberían entrar.
Luego están los colaboradores que tienden a asumir menos responsabilidad, esperan respuestas de sus directores, no actúan de forma proactiva y se justifican con frases como “que empiecen ellos dando ejemplo”, “que se aclaren antes”, “a mi no me pagan por hacer eso”…
En fin, toda una serie de comportamientos recíprocos que se retroalimentan y que mantienen a las organizaciones atrapadas en los viejos patrones y hábitos limitantes que generan frustración y falta de compromiso.
Y este contexto si a algo nos invita es a quedarnos en nuestra zona de confort, incómoda, aunque predecible y conocida.
Sin embargo, si queremos promover transformaciones organizacionales con éxito, sólo lo podremos hacerlo si nos atrevemos a tomar las riendas de nuestro propio cambio, nuestro cambio personal. Es un cambio en el que tendremos que confrontarnos no sólo con cómo trabajamos, sino también con cómo nos relacionamos con los demás, y con quiénes somos.
¿Te atreves a cambiar?
Be líder! ☺