Cómo han hecho muchos estudiantes para estudiar en el idda Gratis

El otro día, mientras me tomaba un reconstituyente café en un local de barrio, escuché por azar la conversación de un par de encantadores abueletes, mientras jugaban a las cartas:

- El saber no ocupa lugar -dijo uno de ellos, mientras retiraba la baza de la mesa con divertida suficiencia.

- ¡Pero cuesta dinero! -le replicó uno de sus rivales, que acababa de perder la partida junto a su compañero y, con ello, lo apostado.

Sonreí ante la ocurrencia, apuré mi cafetito y regresé a mis ocupaciones, pero no conseguí dejar de darle vueltas a la frase. Encerraba una aparente gran verdad, que me hizo pensar mucho.

El mejor aprendizaje no puede ser barato

Lo mejor es enemigo de lo bueno. También, por supuesto, en el plano de la formación. Un máster o un curso profesional, de nivel excepcional, exige contar con profesionales y comunicadores excelentes, instalaciones adecuadas, material didáctico actualizado y una trayectoria continuada de investigación.

Objetivamente, la mejor formación no puede ser barata. Pero, en la práctica, es posible estudiar gratis. Incluso en el idda, puedes formarte recuperando lo invertido. Y, para muestra... dos botones. Dos ejemplos reales extraídos de nuestro centro formativo: el de sendos alumnos que fueron capaces de recibir la formación que precisaban recuperando de inmediato la inversión.

Alberto A., o cómo ahorrar mucho dinero haciendo un canvas

Cuando Alberto llegó al idda, tenía claro por qué: quería saber para obrar, adquirir los conocimientos y las destrezas necesarias para mejorar la rentabilidad de su negocio.

Y a ello se dedicó desde el primer día. Muy pronto, mientras asistía a la clase de Modelos de negocio para la innovación, se dio cuenta de que el gasto personal que había dedicado a ese curso era, en realidad, una inversión. Porque iba a reportarle ganancias económicas de inmediato. Por cierto, antes de seguir, conviene recordar lo que es un canvas. Se trata de una plantilla de gestión estratégica que permite desarrollar nuevos modelos de negocio o documentar los que ya existen. Es, en definitiva, un gráfico visual que recoge las propuestas de producto o de valor de la empresa, la infraestructura, los clientes y las finanzas.

Cuando a Alberto le explicaron lo que era, y cómo hacerlo, lo vio todo muy claro. Era una oportunidad inmejorable para optimizar su negocio... y estudiar gratis. Se puso a ello de inmediato: realizó el panel del canvas de su empresa y reconoció cuáles eran los aspectos a mejorar y qué decisiones debía tomar para impulsar la rentabilidad de la misma. El éxito fue rápido y, efectivamente, recuperó todo el dinero invertido en formación.

Actualmente, lo primero que hace Alberto ante cualquier iniciativa o proyecto empresarial es crear un canvas. Siempre asegura que, aunque el resto de las asignaturas le encantaron, solo con la de Modelos de negocios para la innovación ya compensó, económicamente, haber pagado el máster.

Ruth A., o cómo amortizar un máster en 4 semanas

Una formación completa sobre la dirección de empresas ofrece aplicaciones prácticas inmediatas, desde el primer contacto con cada conocimiento presentado. Cursar un máster se convierte, por ello, en un factor diferencial y productivo, que marca diferencias.

Es como esa persona que decide realizar un curso específico de conducción en circunstancias difíciles. Carecer de él no le impide conducir, pero tenerlo le permite ganar en capacidad de acierto, tomar mejores decisiones, reaccionar adecuadamente y incrementar su seguridad cuando las circunstancias son adversas. Las prácticas y los conocimientos recibidos pueden salvarle la vida, por ejemplo, cuando cae una nevada inesperada sobre el puerto de montaña por el que circula.Así ocurre con un máster de dirección. Te coloca en una posición competitiva superior y te ayuda a aprovechar las oportunidades y a superar las dificultades desde la primera clase.

Lo que le pasó a Ruth A. es un magnífico ejemplo de ello. Cuando llegó al idda, su empresa necesitaba despedir a un trabajador improductivo, pero creía no poder hacerlo porque carecía de pruebas válidas al respecto. La información expuesta en la clase de Entorno Laboral le dio las claves y las pistas necesarias para saber qué hacer. Las aplicó sobre su trabajador y se ahorró muchísimo dinero al conseguir convertir en procedente ese despido necesario. Es decir, en solo 4 semanas (las que tardó en recibir estas lecciones) amortizó el dinero que había invertido en este máster. A partir de ese momento, todo han sido beneficios.

Porque, a fin de cuentas, estudiar gratis es posible si se sabe elegir el centro idóneo.